Un nuevo terremoto de magnitud 6.4 se produjo este lunes en la provincia de Hatay, en Turquía, uno de los lugares más afectados por los seísmos del pasado 6 de febrero que han dejado más de 45 mil personas fallecidas.
El epicentro, según AFAD, se situó en la localidad de Defne y se sintió hasta 200 kilómetros de distancia, confirmó la agencia AFP. Hasta el momento no se dispone aún de datos sobre posibles nuevos daños o víctimas.
Las operaciones de búsqueda y rescate de sobrevivientes han sido canceladas en la mayor parte de la zona del terremoto, pero el jefe de AFAD, Yunus Sezer, dijo a los periodistas que los equipos de búsqueda seguían adelante con sus esfuerzos en más de una docena de edificios derrumbados, la mayoría de ellos en la provincia más afectada de Hatay.
No había señales de que alguien estuviera vivo bajo los escombros desde que tres miembros de una familia, una madre, un padre y un niño de 12 años, fueron extraídos de un edificio derrumbado en Hatay el sábado. El niño murió más tarde.
El ministro de Obras Públicas y Vivienda de Siria, Suhail Abdul Latif, dice que el gobierno sirio asegurará 350 unidades de vivienda para las personas desplazadas por el terremoto e hizo un llamado a los “países amigos” para que envíen más.