El general (r) Marco Miyashiro, exintegrante del Grupo Especial de Inteligencia Nacional (GEIN) de la Policía, sostuvo este miércoles que el presidente de la República, Pedro Castillo, debe disponer que el cadáver del terrorista Abimael Guzmán sea incinerado y desperdigado en un basural.
“Que (Castillo) disponga al procurador, al Ministerio de Justicia y a todo el aparato del Estado que defina que ese cadáver debe ser incinerado y desperdigado en cualquier basural”, manifestó Miyashiro, quien es uno de los responsables de la caída del cabecilla de Sendero Luminoso.
Agregó, en entrevista con Milagros Leiva, que otro tipo de sepultura para el genocida sería injusto para un país “que ha sufrido más de 30 años”.
El también exparlamentario por Fuerza Popular lamentó, asimismo, que la decisión del destino del cuerpo de Guzmán esté en manos de un Ministerio Público, “cuyos personajes han sido nombrados por Martín Vizcarra”.