El Poder Judicial advirtió que, tanto la sujeto que ordena un asesinato, como el que la ejecuta, son considerados sicarios y, por lo tanto, se les podría imponer cadena perpetua, sin obtener ningún beneficio penitenciario, como la semilibertad o libertad condicional.
"El que ordena un crimen o que acuerda, aunque no participe, en terminar con la vida de la víctima, ese señor también es un sicario y puede ser condenado con la máxima pena si comete el delito de sicariato en su modalidad agravada. Tanto el que ejecuta, como mata, son sicarios", aclaró el juez supremo provisional Iván Guerrero López.
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Guerrero López detalló que existen varias modalidades en el delito de sicariato, siendo la máxima el agravado, el cual se sanciona con cadena perpetua. Esta última es aplicable cuando utilizan un menor de edad o inimputable para ejecutar el crimen.
Señaló que en este tipo penal se aplica también cuando las víctimas son cónyuges, convivientes, hijos e hijos adoptivos de quien ejecuta u ordena el asesinato, o se usan armas de guerra.
El magistrado también indicó que existe el sicariato en su forma básica, que se sanciona con una pena de 25 años.
Agregó que, por la gravedad del delito, la ley no permite ningún beneficio penitenciario.
"Lo único que se aplica es la redención de 7×1, que significa 7 días de trabajo o estudio por uno de prisión", mencionó Guerrero López.
