Reactiva Perú se creó durante el gobierno del ‘Lagarto’ Martín Vizcarra para evitar que las empresas que se vieron obligadas a paralizar sus actividades, no caigan en la bancarrota.
Sin embargo, terminó siendo un arma de doble filo porque, a la fecha, muchos de los préstamos que el Estado avaló, no se terminaron de pagar.
Este programa se usó para salvar a grandes empresas, dejando relegadas a los pequeños y medianos. Más del 50% de las empresas que accedieron a los fondos de reactiva fueron grandes compañías. El gobierno de Vizcarra no colocó los candados necesarios para evitar que esto sucediera.
Según una investigación del diario Expreso, hay empresas que se declararon en quiebra para luego, tras un cambio de razón social, se hicieron los locos y no pagaron el préstamo que les fue otorgado durante la pandemia.
La queja principal de la denuncia sería la falta de transparencia que impide que se pueda conocer y a su vez exponer, cuáles son estas empresas que se aprovecharon de los recursos públicos para, luego, simplemente no pagar lo que debían.
En mayo del 2020, la Contraloría identificó información de empresas beneficiarias con RUC inválidos y otras que habrían recibido el beneficio de Reactiva Perú hasta en dos ocasiones.