¿Por qué Luis Giampietri fue pieza clave para que la operación 'Chavín de Huántar' tenga éxito?

Todo el Perú viene lamentando la partida del vicealmirante en retiro de la Marina de Guerra, Luis Giampietri, al ser una figura inmborrable en la historia de la nación.

Por muchos, el también exvicepresidente de la República en el segundo gobierno de Alan García es recordado como héroe en la lucha contra el terrorismo.

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En esta etapa, precisamente en 1997, Giampietri se convirtió en una pieza clave en la exitosa operación 'Chavín de Huántar', que consiguió el rescate de 72 personas secuestradas por miembros del grupo sanguinario MRTA en la residencia del entonces embajador de Japón.

¿POR QUÉ LUIS GIAMPIETRI OBTUVO PROTAGONISMO EN LA EXITOSA OPERACIÓN 'CHAVÍN DE HUÁNTAR'?

Uno de los hitos cruciales en la vida de Luis Giampietri fue su valiente participación en la operación 'Chavín de Huántar'. En este trágico episodio, el vicealmirante fue enlace de los servicios de inteligencia dentro de dicha casa.

En diálogo con un medio de comunicación, Giampietri pudo relatar que, por su formación militar, concluyó que las fuerzas en el exterior estarían infiltrando sistemas de escucha en diferentes objetos. Posteriormente, habló cerca de los materiales que ingresaban en la residencia para así presentarse.

Narró que un coronel, también rehén, reveló que tenía escondido un equipo viper en sus partes íntimas. Luego, trasladó la noticia al grupo de militares que se encontraban en el exterior, pidiéndoles que, si lo escuchaban, tocaran una canción. Y así fue, por lo que da inicio con facilitar todo tipo de información.

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El 7 de febrero de 1997, se envían tres guitarras para que los terroristas las distribuyan. La que se remitía al vicealmirante Giampietri contaba con una dedicatoria de su esposa para disimular. Los equipos de escucha estaban ocultos en la funda del instrumento.

El 22 de abril del mismo año, en el momento del operativo, Giampietri tuvo que gritar "¡Mary está enferma!" para comunicar al 'Comando Chavín de Huantar' que todas las puertas estaban abiertas, que los rehenes se hallaban en sus habitaciones, que no hubo nadie en los pasadizos y que solo un sujeto custodiaba el segundo piso.