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Este viernes, Italia volvió a limitar las actividades para los antivacunas con un decreto de ley en el que figuran los pocos servicios y establecimientos de bienes esenciales a los que pueden acceder.
La mayoría de las tiendas del país exigirán presentar el certificado sanitario, por lo que aquellos que no han querido inocularse contra la COVID-19 solo podrán ingresar, a partir del 1 de febrero, en supermercados, farmacias, parafarmacias, ópticas, tiendas de animales y gasolineras, además de que solo podrán adquirir bienes de consumo esenciales.
Por ejemplo, en la lista se confirma la exclusión de los estancos, por lo que para comprar tabaco se tendrá que tener un certificado sanitario, y tampoco se podrá entrar sin dicho documento en las oficinas de correos y los bancos.
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Por otro lado, sí se permitirá el acceso a centros de salud y veterinarios, así como a las dependencias de los cuerpos policiales y a las de las policías locales.
Las medidas entrarán en vigor el próximo 1 de febrero, el mismo día en que la duración del pase verde también cambiará de 9 a 6 meses.
Cabe precisar que Italia también incluyó la exigencia de la vacuna para todos los mayores de 50 años, lo que entrará en vigencia a partir del 15 de febrero.
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