Bamidele Jermaine, más conocido como Dele Alli, es un futbolista inglés que en la actualidad defiende la camiseta del Besiktas de Turquía.
Este jugador de 27 años, que tuvo buenas actuaciones con el Tottenhan y en la selección de Inglaterra, sorprendió a muchos, luego de que contará el drama que vivió cuando era un niño.
"A los seis años, abusó sexualmente de mí un amigo de mi madre, que estaba mucho en la casa. Mi mamá era alcohólica. Me enviaron a África para aprender disciplina y luego volví", recordó al charlar con el exfutbolista del Manchester United Gary Neville para The Overlap.
Además, el centrocampista contó lo siguiente entre lágrimas: "A los siete, empecé a fumar; a los ocho, empecé a traficar con drogas. Una persona mayor me dijo que no detendrían a un niño en una bicicleta, así que anduve con mi pelota de fútbol, y luego debajo llevaba las drogas. A los once, me colgaron de un puente. Fue un tipo del vecindario de al lado, un hombre".
El exEverton aseguró que pensó "en retirarse cuando tenía 24", momento en que su nivel decreció notoriamente sin razón aparente hasta aquel entonces. En relación con esto es que hace unos meses decidió internarse en un centro de rehabilitación.
No obstante, ya luchaba entonces, precisa, contra una adicción "aterradora" a los fármacos, contra el insomnio y contra su dependencia del alcohol.
"Me hice adicto a las pastillas para dormir y es probablemente un problema que no solo lo tengo yo. Creo que es algo que está más extendido por el mundo del fútbol de lo que la gente se cree. Los medicamentos y el alcohol servían para anestesiar los sentimientos y seguir batallando al día siguiente. Ahora lo he dejado y puedo mirar atrás", señaló el deportista.
Por último, Alli remarcó que su vida dio un giro de 180 grados cuando a los 12 años fue adoptado por una nueva familia. "Fueron increíbles. No podría haber pedido mejores personas para hacer lo que hicieron por mí. Si Dios creó a las personas, fueron ellas".