El abogado Ángel Delgado se refirió al pronunciamiento de Marita Barreto, tras ser separada de su cargo como coordinadora del Equipo Especial de Fiscales contra la Corrupción del Poder (Eficcop).
La suspendida fiscal se dirigió a los integrantes de este grupo de trabajo y resalta presuntos ataques de los que habrían sido objetos durante su gestión.
“Nadie mejor que nosotros sabe del deber cumplido, lo que significó luchar frontalmente contra la corrupción en el poder (…). Por ello, hemos sido perseguidos, amenazados, chantajeados, desprestigiados, difamados, denunciados, aún a costa de la venganza del poder corrupto, nuestras convicciones se mantienen intactas”, señalaba en el documento.
En ese sentido, le pide a los fiscales, policías y personal administrativo no dejarse avasallar por lo que ella llama: “la tiranía y la infamia del poder corrupto”.
ÁNGEL DELGADO CONTRA BARRETO
Sin embargo, el abogado Ángel Delgado considera que el mensaje viene de “un personaje que demuestra no tener escrúpulos”.
“Hay que tomarla como de quien viene, un personaje que, a la medida que se viene descubriendo los hechos, demuestra no tener escrúpulos. Es una persona que ha mentido toda su vida en torno a su carrera profesional. Puede imputársele desde la Comisión de Delitos de Falsificación en cuanto diferentes títulos, para alcanzar grados que le han permitido llegar hasta donde está”, señaló.
Para el letrado, el pronunciamiento de Barreto debe tomarse con pinzas porque la fiscal enfrenta serias acusaciones en su contra.
“Ahí está demostrando su desesperación, porque le dice a sus colegas o cómplices, habrá que ver eso, de que no desmaye. En el fondo es un mensaje para decirles que no hablen, que no digan nada”, indicó.
Además, recordó que Barreto mantiene un proceso disciplinario debido a tres casos. El primero por supuestamente ordenar que una fiscal denuncie al periodista Carlos Paredes, director de ‘ContraCorriente’. El segundo, por presuntamente haber contratado en la Fiscalía un abogado que se encargó de escribirle artículos académicos para que luego los firme con su nombre. Tercero, por presuntamente haber filtrado información reservada.