Nímer Marroquín Mogrovejo: juez supremo es denunciado por apropiarse de la camioneta de su yerno

El juez de la Corte Suprema de Lima Nímer Marroquín Mogrovejo golpeó a su exyerno Alonso Pamo Peña, gerente de la empresa IKREA PERÚ SAC, porque este le reclamó una camioneta de su propiedad que compró en el 2018 y está valorizada en 35 mil dólares. 

"Yo cuando me doy cuenta en agosto del 2022 que la camioneta no estaba a nombre de mi empresa, voy y empiezo a buscar los documentos que sustenten ese cambio de propiedad y me doy cuenta de que habían hecho una prescripción adquisitiva, la cual es fraudulenta. (Estaba) a nombre de Nímer Roberto Martín Mogrovejo", dijo Pamo Peña.

En 2022, el hoy juez supremo fue a una notaría en Arequipa y dejó por escrito tener la posesión de la camioneta de manera continua, pacífica y pública desde el 2018 y detalló: en mérito a un contrato verbal de dación en pago celebrado en esa fecha con la compañía IKREA PERÚ SAC.

Pero el empresario y expareja de su hija Cinthya Marroquín ha reunido pruebas como las facturas de compra del vehículo, de mantenimientos, constancias de SOAT y hasta fotografías legalizadas por notario que acreditarían que él tenía la posesión real de la camioneta y no el juez. La primera vez que presentó la demanda, en diciembre pasado, fue rechazada. Ahora se encuentra en calificación. 

"Lo único que le pido a la justicia es que revisen mi caso, que vean todas las pruebas que tengo, que vean lo que están haciendo, cómo alguien puede apropiarse de una camioneta de manera fraudulenta", remarcó.

En medio de esta batalla legal, este juez de la Corte Suprema, un hombre encargado de impartir justicia desde la máxima instancia del Poder le lanzó un puñete y una patada a Alonso Pamo Peña, en Miraflores. 

Nimer Marroquín no es cualquier juez. Fue nombrado presidente de la Sala Civil Transitoria de la Corte Suprema de Justicia de la República. Asumió funciones como juez supremo provisional en mayo último y despacha desde el Palacio de Justicia, la máxima sede judicial

Al acudir a la comisaría de Miraflores ocurrió lo increíble: de la agresión pasó a la mentira. Contracorriente ha obtenido la denuncia que el juez supremo provisional colocó en esta dependencia policial, en la que consigna hechos inexistentes, faltando flagrantemente a la verdad. 

Se lee en el documento que Alonso Pamo portaba una pancarta y otros objetos contundentes. Y, a pesar de que hubo distancia entre ambos; en su denuncia, el magistrado dice que lo tenía solo a 10 centímetros. Hay una tercera mentira en este oficio que ha quedado registrado en la Policía; según afirmó, al magistrado le lanzaron las patadas. 

Sin embargo, hay más en esta historia de uso y abuso de poder violento y del poder de las influencias. A la comisaría llegó sorpresivamente el procurador anticorrupción, Javier Pacheco, quien se saludó con la hija del juez en la entrada.