La primera jueza penal del Perú enfrenta una demanda contra sus propios hijos por una propiedad

Una mujer, que fue la primera jueza penal del Perú, irónicamente siente que le hacen justicia en el proceso más doloroso que la vida le puso enfrente: una demanda contra sus propios hijos por una propiedad de un inmueble.

En el invierno más frío de su vida, la Dra. Bertha Luz Duarte, viuda de Veliz, ha tenido que litigar con sus dos mayores hijos.

Hace 8 años ha demandado que Jesús y Diego Franco Veliz Duarte, sus dos hijos mayores, le devuelvan el único patrimonio que le queda en Huancayo: un terreno de 1040 metros cuadrados, ubicado en la calle Puno, a dos cuadras de la plaza central de la ciudad, que estaría valorizado actualmente en 3 millones de soles y que se habrían adjudicado ilegalmente.

El 22 de abril de 1968, la Dra. Duarte juramentó en el Primer Tribunal de la Corte Superior de Justicia en Junín, para orgullo de todas las mujeres del Perú, abriendo el camino de un nuevo tiempo en una sociedad machista y cerrada. Su fortaleza y convicción que, mantiene hasta hoy a sus 93 años, hicieron historia.

Doña Bertha, “Lucita” para quienes la conocen, se refiere a la medida cautelar que hace un año fue emitida a su favor y que ordena que su hijo Diego Veliz Duarte no puede realizar innovación alguna sobre el terreno en litigio en Huancayo. Un terreno que, según consta en actas, habría sido comprado ficticiamente por 77 mil 777 soles el 2 de setiembre de 2009.

Según los documentos presentados, los dos hijos mayores de la familia Veliz Duarte le habrían comprado el terreno a su padre a ese monto con la promesa de hacer allí un hotel.

Con esa promesa, los esposos Veliz Duarte esperaron muchos años hasta que el patriarca de la familia, Don Jesús Veliz Lizárraga ––un sociólogo y exconstituyente por Junín, fundador de las universidades comunales, luego convertidas en nacionales–– cayó enfermo en el año 2015 y llamó a sus hijos.

Cada dos semanas, Cecilia Veliz Duarte, en representación de su madre y sus dos hermanos menores, llega a Huancayo a intentar se haga justicia. Ironías de la vida, ningún juez la recibe. Sucede que, a diferencia de su hermano Diego que fue regidor dos veces en Huancayo y su hermano Jesús que fue candidato y alcalde en San Martín de Porres en Lima, no tiene carrera política.

Cecilia es abogada también y con la resolución a favor de su madre en segunda instancia en la mano no tiene miedo a enfrentarse a su hermano, pues ella dice estar al lado de la verdad.

Dicen que la justicia es ciega, pero siempre nos alcanza a todos, por más que hayamos querido escondernos de ella. Diego Veliz está alejado de su madre hace 8 años y se niega a devolver el predio que su madre ha ganado en los tribunales. Ha construido en él, a pesar de no tener autorización y, actualmente, alquila tiendas que gozan de todas las autorizaciones de la Municipalidad de Huancayo a pesar de haber sido notificada.