Perú sufre estragos del dengue, pero Minsa cree que todo está bajo control: así se vienen atendiendo los casos

Una vez más, el desborde total del control contra el dengue en Perú, que continúa propalándose, con los más de 34 mil casos y 44 muertes hasta la octava semana, según las últimas cifras del Ministerio de Salud (Minsa). Se trata de un aumento del 131 % respecto al 2023, es decir, más del doble.

A inicios de febrero, cuando las cifras se habían disparado y comenzaban los casos de muertos, el ministro de Salud, César Vásquez, negó que nos encontrábamos en una epidemia y, tras 7 meses en el cargo, ahora responsabiliza a sus antecesores de no idear un plan de prevención.

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Pero el contagio del dengue se disparó de manera alarmante y, en las semanas siguientes, la decepcionante gestión de Vásquez cambió su versión: terminó por decretar en estado de emergencia sanitaria en 20 regiones de la nación, es decir, el 80 % del territorio nacional.

La atención de casos en los centros médicos se ha vuelto cada vez más intensa. Decenas de pacientes, entre ellos varios niños, acuden a diario con síntomas de esta enfermedad en busca de poder ser atendidos, pero no todos vuelven a casa, pues algunos deben ser internados.

Muchos casos dejan una gran interrogante en la atención de casos por dengue en Lima y Callao. Por ejemplo, 'ContraCorriente' pudo contastar que en el Hospital de Ventanilla no hay insumos para una prueba de descarte.

Increíblemente, en una posta del Callao se repite la misma situación. Ello se torna más preocupante cuando dicha región está en la lista de estado de emergencia y en uno de sus distritos, en Ventanilla, se han registrado el 90 % de casos; es por eso que las campañas de concientización se han redoblado en la zona.

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La situación en Ventanilla es alarmante y, por ello, se ha optado por colocar las llamadas ovitrampas, un método que permite controlar al mosquito transmisor del dengue.

El país sufre los estragos del dengue y, mientras tanto, autoridades como el ministro de Salud, César Vásquez, creen que lo tienen todo bajo control. Una vez más, la historia se repite. ¿Qué está esperando el Minsa para agilizar la atención ante tantos casos de dengue? ¿Cuál su verdadero plan? Parece que el puesto les quedó demasiado grande.