Jorge Lam Hurbillon: investigado por pederastia trabaja en el Hospital Militar

El hombre que oculta con total cinismo su identidad es Jorge Enrique Lam Hurbillon. Él está acusado por el delito de pornografía infantil y, también, ocupa un escritorio en el pabellón F del Hospital Militar, gozando impunemente de su libertad a pesar de haber confesado ser propietario de todo tipo de videos y fotografías vejatorios de niños.

Esta noche en 'ContraCorriente', la denuncia de un caso inconcebible que involucra a un pederasta libre y confeso, gracias al papel de las entidades que parecen no tener voz ni voto.

Esta macabra historia se inicia hace dos años, con un conflicto entre hermanos por la posesión de un departamento ubicado en el distrito de Jesús María. Una pugna que desnudaría el perturbador secreto de Lam.

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En cuatro paredes, se hallaron cuatro cajas de plástico que escondían en su interior una cantidad inimaginable de cd’s y casets, empilados uno sobre otro, y rotulados cuidadosamente a mano, con lo que aparentemente serían códigos que distinguirían sus terroríficos contenidos.

Pero, eso no es todo. Una caja extra, ubicada al borde de la cama, rebalsa de cámaras fotográficas. Estas podrían significar una aproximación a la premisa de que el delito de Jorge Lam no solo se limitaría a la posesión de material pornográfico infantil, sino también a su creación; es decir, un sujeto que sometía a los niños a inenarrables escenas de depredación sexual.  

De todo el material incautado dentro de su propiedad, Lam confesó, según la investigación preparatoria, ser el propietario de 22 cd’s, 32 discos y 25 cd-rs rotulados, que tenían videos y fotos de niñas uniformadas con ropa escolar, a quienes posteriormente se grabaron desnudas con cámaras ocultas, atropellando todos sus derechos y vulnerando completamente su dignidad.

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La lista de evidencias en su contra no acaba ahí. También se encontraron en su posesión 35 vourchers facturados a reconocidos centros de diversión infantiles, lo que demostraría que es un depredador que va en busca de sus víctimas.

Sin embargo, todas estas pruebas no serían suficientes para impedir que este hombre siga trabajando en libertad cerca de potenciales víctimas.

Tras un trabajo de seguimiento 'ContraCorriente', se evidenció que actualmente trabaja como servidor técnico en el departamento de Inversión Pública del Hospital Militar. En una oficina estratégicamente alejada, escondida, donde favorablemente le resulta aún más fácil pasar desapercibido.