El más emblemático y el más “canero” de los jueces de la Sala Penal Nacional, Richard Concepción Carhuancho, prefiere guardar silencio sobre las imágenes de unos personajes que estaba juzgando en una diapositiva de su clase.
‘ContraCorriente‘ recordó la clase que dictó el ilustre profesor Concepción Carhuancho en el Instituto Udeapolis, una clase de 2 horas sobre la administración pública, ética y corrupción, donde un detalle, irónicamente poco ético, llamó la atención.
Esta clase quedó registrada en un video que fue colgado en la plataforma del instituto, pero una edición mal hecha evidenciaría la intención del juez en ocultar una parte específica de su ponencia. Un grosero adelanto de opinión que, después, pretendió ocultar de manera torpe.
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Esta sería la conversación que sostuvo el juez Richard Concepción Carhuancho con el Coordinador Académico del Instituto Udeapolis, en donde el magistrado le pide que borre un fragmento de su clase.
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Esta es la diapositiva que el juez mando a borrar. Con el título “La corrupción en la administración de justicia” y donde incluye fotografías de sus investigados como Nicanor Boluarte, Mateo Castañeda, Víctor Torres e incluso la exfiscal de la Nación, Patricia Benavides.
CARHUANCHO DICTÓ CLASES EL 15 DE AGOSTO
El juez concepción Carhuancho instaló la audiencia de prisión preventiva en el caso “Los Waykis en la Sombra” el 9 de agosto del 2024 contra Nicanor Boluarte y demás investigados. Seis días después, el 15 de agosto, dictó la clase donde utilizó las fotografías de sus investigados para graficar la corrupción de administración de justicia. Es decir, ya los consideraba responsables, cuando en sus manos aún estaba la decisión de enviarlos o no a prisión preventiva.
“(¿Usted mandó a editar la dispositiva?) Como dije, yo ya respondí eso en su oportunidad. Yo ya respondí”, dijo el juez a las cámaras de ‘ContraCorriente‘.
Estos hechos generaron que la defensa de los investigados presentara una recusación para que el juez Richard Concepción Carhuancho se inhibiera del caso porque ya había adelantado opinión. Él, por su parte, argumentó que la diapositiva, que el mismo hizo, no calificaría como un motivo grave que haya afectado su imparcialidad. Lo cierto es que, consciente de su falta grave, mandó a borrar la evidencia.
El juez, notablemente nervioso, hoy se corre de las cámaras. Incluso la sala penal permanente de la Corte Suprema, el pasado diciembre, lo calificó de activista, rechazando sus polémicas decisiones y desacatos inconstitucionales.
