Millonarias donaciones se irían para agendas propias y -aparentemente- frenar problemas. Organizaciones como IDL hacían su agosto con dinero internacional, con una agenda que básicamente destruía la democracia.
Según la Agencia Peruana de Cooperación Internacional (APCI), el Ministerio de Relaciones Exteriores, la organización de Gustavo Gorriti y compañía, recibió casi 7 millones y medio de dólares desde el 2019 al 2023.
“Entra dinero de la cooperación internacional y -muchas veces- entra para promover proyectos que van contra tus propias leyes y tu propio país”, indicó Giuliana Caccia, directora de la asociación origen.
Estos proyectos carecerían de una ayuda real y solo buscarían dinero. “Van, presentan el proyecto, reciben el dinero y no resuelven ningún problema porque necesitan que estos se mantengan para justificar su existencia”, agregó la especialista.
Así de fácil obtenían millones, sin resolver el problema, ONGs y fundaciones continuaban recibiendo grandes montos, haciendo informes que sustentarían sus gastos y con resultados que nunca se comprobarían.
