Denuncia policial detalla que el presidente de Sedapal condujo un vehículo en estado de ebriedad

El presidente de Sedapal y su bebida no potable. Denuncia policial detalla que condujo un vehículo como ningún ciudadano responsable lo haría: con alcohol en la sangre.

Licor y volante, un peligroso cóctel que se suma a otra irregularidad; todo indica, delictiva y detectada por la Contraloría en plena gestión de Héctor Piscoya Vera, presidente de Sedapal.

Durante tres días, 'ContraCorriente' buscó los descargos del presidente de Sedapal, pero nunca dio la cara.

Héctor Piscoya Vera trabajó en el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) por designación del prófugo castillista Juan Silva. El 31 enero de este año se convirtió en el presidente de Sedapal, entidad adscrita al Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento. 

Fuentes del dominical han señalado que Piscoya en Sedapal sería la apuesta del hermano presidencial Nicanor Boluarte. Como muchos funcionarios que trabajaron para el desastroso mandato de Pedro Castillo, este señor de las aguas también pisó una comisaría, pero igual siguieron premiándolo en este gobierno.

En el parte policial obtenido por 'ContraCorriente' se detalla que, desde su vehículo, el hoy presidente de Sedapal tuvo que soplar el alcoholímetro y obviamente no le arrojó positivo para agua mineral.

A Héctor Piscoya no lo llevaron a la comisaría de Pisco ni de Nazca, sino a la de Alfonso Ugarte, en el centro de Lima. Ahí tuvo que dejar su llave y su licencia de conducir para pasar dosaje etílico.

Piscoya colocó al caballazo como gerente general de su institución a David Salomón Silva. Lo hizo en una sesión de directorio de finales de mayo pasado. Los miembros de aquella mesa quedaron sorprendidos, no lo esperaban, ni siquiera estaba programado el tema. El protegido señor de las aguas marcaba su territorio. 

El todopoderoso de Sedapal, intervenido por beber licor y manejar, consiguió que en los 11 días que duró su gerente general, este funcionario generara 134 documentos, entre ellos solicitudes de contratos.

¿Quiénes serían los suertudos ganadores de esos negocios con Sedapal? Los directores oportunamente pudieron frenar la encargatura del gerente general colocado por Piscoya. Todo regresó a fojas cero. El presidente de Sedapal sabe por ley que sus acciones configuran delito.