Pedro Castillo: estas son las personas con quienes se reunió el golpista en prisión durante 2 meses

ContraCorriente tuvo acceso a la lista de visitantes del vacado expresidente Pedro Castillo, quien deberá cumplir 18 meses de prisión preventiva y está sometido a un régimen penitenciario semiabierto. Es decir, su contacto con el mundo exterior debe restringirse a familiares y abogados, hoy descubriremos que no es así.

Aprobaron el ingreso de la profesora Ruth Quincho Martínez, representante del Sindicato Superior de Ica e integrante del Frente de Defensa de la Dirección de Educación de su región. tras largas horas de espera.

También entró Celinda Inés Ortiz Prieto, médico cirujana que postuló al Congreso por Avanza País y fue candidata a consejera del gobierno regional de Lambayeque por Perú Libre. Adicionalmente, representa al Frente Nacional de Defensa de la Industria Azucarera del Perú.

Llama la atención que son 14 los abogados que hasta ahora han ingresado a ver al procesado Castillo, incluso extranjeros como el argentino Eugenio Zaffaroni, creador de la doctrina abolicionista del Derecho Penal, que considera al delincuente como víctima de la sociedad.

Pasión Dávila es el congresista que visita todos los jueves incondicionalmente al golpista, siempre acompañado de Wilfredo Robles Rivera, el ex camarada Aldo, abogado del profesor y sentenciado por terrorismo a 11 años de prisión. 

El 2 de febrero ingresó Víctor Torres Vásquez, homónimo del hermano del expremier Aníbal Torres, así como José Burga, amigo de Pedro Castillo que asevera ser periodista. 

Henry Shimabukuru, ex asesor en la asombra y señalado por la Fiscalía como uno de los operadores de la supuesta organización criminal que lidera el profesor rural, ingresó como si nada a verlo a la Diroes diciendo que era su abogado y salió 3 horas después. Parte de las reglas de conducta de los procesados como supuesta organización criminal es no verse, menos coordinar acciones. Tanto Castillo como Shimabukuru la están incumpliendo. 

Queda claro que hay toda una estrategia detrás. La lista nos muestra cómo en estos dos meses el penal de la Diroes se ha convertido en un espacio utilizado por el expresidente golpista para proselitismo político y otros fines.