Minedu no puede llevar internet a escuelas públicas por falta de presupuesto

El Ministerio de Educación hasta el día de hoy no puede llevar a cabo una licitación pública para dotar de Internet de calidad a las escuelas públicas. Extrañas movidas, documentos desaparecidos y 328 millones de excusas para seguir humillando a los niños y adolescentes que menos tienen.

Esta semana, la entidad publicó un escueto comunicado informando que luego de 9 meses se dieron cuenta de que el concurso público para dar conectividad a todos niños del país no tenía presupuesto. 

Algo inaudito para la gestión pública, que pone en evidencia un fracaso sistemático que se arrastra desde el gobierno de Ollanta Humala, pero que la actual ministra de educación exacerba porque sencillamente ha decidido ir por el camino más fácil: repartir dinero a las UGEL de todo el país y que ellos contraten el operador de internet que quieran. Así fue la lavada de manos de la gestión de Magnet Márquez. 

Desde el 2018, el Minedu convoca el "Servicio de conectividad de Internet e infraestructura para locales educativos en zonas rurales y urbanas" sin éxito. El último proceso fue lanzado el año pasado, el 30 de septiembre de 2022. Ese día también empezaron las extrañas movidas. 

Uno de los postores, Gilat Network SAC, empezó a reunirse con dos de los miembros del comité que decidiría la adjudicación. José Cabrera Gallegos, representante de la empresa, se encontraba personalmente con César Ríos Vásquez y Gisela Maximiliano Páucar.

Según estos registros oficiales, las visitas se dieron el 13 de mayo y el 2 de junio. En la agenda figura que es un encuentro "de trabajo".  

Gilat Network es un viejo conocido del Minedu. Ya le ha facturado millones por un servicio similar. Pero, su cliente favorito sin duda es el Ministerio De Transportes y Comunicaciones. En su momento, chats del corrupto y prófugo exministro, Juan Silva, pusieron al descubierto su interés por adjudicar la millonaria red dorsal de fibra óptica a esta empresa de capitales israelíes.

Como hemos podido comprobar en los colegios de la periferia de Lima, no solo no hay internet, lo más triste es que tampoco tienen computadoras y las que fueron donadas hoy están arrumadas en un estante porque no son aptas para estos tiempos ¿Quién responde ante tanta ineficiencia e indiferencia?