Repartidor de churros ingresó a la casa de Lionel Messi: “Temblaba, tenía un nudo en la garganta y la voz quebrada"

Juan Pablo Román no quiere cerrar los ojos. Quiere seguir soñando despierto. No se cansa de agradecerle al destino y a la suerte. Este repartidor de churro tuvo la fortuna, por casualidad de la vida, de ingresar a la casa del astro Lionel Messi. 

El capitán de la selección argentina se encuentra disfrutando de sus vacaciones en Argentina. El futbolista, que está a la espera que se concrete su llegada al Inter Miami de Estados Unidos, está junto a su familia y amigos en una residencia que se encuentra ubicada en la zona privada Kentucky (Santa Fe), en donde hay decenas de personas que se encuentran cerca para poder tomarse una foto con su ídolo.

Al local donde labora Juan Pablo, llegó un pedido de compuesto por 24 unidades de dulce de leche, 12 de crema pastelera y 6 de Nutella, era para el cinco veces ganador del Balón de Oro. Incluso Román confesó que en un primer momento se molestó porque no le gusta llevar pedidos a Kentucky, debido a que se encuentra muy alejado.

“Todavía no me creo lo que pasó. Al principio no quería ir a Kentucky ni a otros barrios privados porque te hacen perder mucho tiempo en la entrada cuando te revisan y dije ya fue, y me iba quejando en la moto. Cuando llegué a la entrada había mucha gente, yo estaba con el pedido y pensé ‘¡qué lindo sería si lo cruzo a Messi", señaló a los medios argentinos.

Además, agregó: “Temblaba, tenía un nudo en la garganta y la voz quebrada. Atrás estaba Antonella y el nene (por uno de los tres hijos de la pareja). Y yo saludé, no sé si era él, pero levanté la mano por las dudas", agregó el joven de 21 años, que le envió un emotivo audio a su mamá tras el contacto con los Messi.