Juan Reynoso recordó en una reciente entrevista su paso por la selección peruana y volvió a analizar su desempeño en las primeras fechas de las Eliminatorias Sudamericanas rumbo al Mundial 2026.
En una entrevista con Hi Sports Podcast, el estratega de 54 años mostró el afecto especial que siente por la nación mexicana, país que considera fundamental en su trayectoria personal y profesional.
“El sentimiento de mi familia es muy fuerte. En su momento, me tocó ir a dirigir a Perú, pero ellos vienen aquí cada vez que pueden. Mi familia y yo pensamos que nos reconocen más en México que en Perú, y eso hace que tenga un cariño especial y un agradecimiento“, manifestó.
Reynoso reconoció que no logró establecer una conexión efectiva con el equipo nacional debido a diversos factores, entre ellos los resultados deportivos.
“Los resultados son los que marcan siempre la tendencia; no fueron buenos, el periodo es corto y cada vez va a ser menos, porque entrenas menos, los jugadores llegan más cansados y si no hay un cambio generacional, el que más sufre es el cuerpo técnico, más el técnico principal”, comentó.
“No hay paciencia cuando hoy en las redes sociales los ‘haters’ aparecen y no hay resultados, todo va exponencialmente hacia lo bueno y hacia lo malo. Pasó mucho eso”, agregó.
REYNOSO: “LA GENTE ESTABA AGRADECIDA”
Sobre el trato de los aficionados peruanos, Reynoso destacó una marcada diferencia entre el respaldo en las calles y las críticas en redes sociales.
“Las pocas veces que salía a algún cine, restaurante o supermercado, la gente estaba agradecida, había buenos comentarios. (…) Lo otro sí era terrible. En el mano a mano, el aficionado de a pie estaba agradecido; más allá de que no se rindieron buenas cuentas, me trataron muy bien”, señaló.
Reconoció también que, a pesar de las dificultades, valora la experiencia vivida y asume su parte en el desenlace.
“Me ganó el romanticismo, lo tengo que remarcar. De repente no era la coyuntura, pero me sentía fuerte, con ganas, creo que era el momento de regresar al país. (…) Dije ‘puede ser en cuatro u ocho años’, pero de repente en cuatro u ocho años no tenía las ganas o no se da por la coyuntura, entonces fui por el reto y salió mal. Pero no me van a quitar lo bailado”, concluyó.