Betssy Chávez podría pasar las próximas dos décadas de su vida recluida en un penal

Acusada de los delitos de rebelión y conspiración, Betssy Betzabé Chávez Chino, de 34 años, podría pasar las próximas dos décadas de su vida recluida en un penal, luego de que la Sala Penal de la Corte Suprema le cambiara su comparecencia restringida por 18 meses de prisión preventiva, por el papel que habría jugado en el golpe del 7 de diciembre pasado.

Chávez se encuentra internada en el penal Anexo Mujeres de Chorrillos, donde también purga condena la terrorista Elena Iparraguire.

Rodeada de un contingente policial, esta vez, la expremier no iba camino a la sede de la PCM ni a Palacio de Gobierno. En absoluto silencio y cubriendo las esposas de sus manos con una pañoleta, la investigada ingresó a la cárcel chorrillana.

Desde que la Policía Judicial llegó a su domicilio, en Tacna, para detenerla y luego trasladarla a Lima, se dejó ver por las cámaras de televisión en todo momento con una sonrisa.

Según la Corte Suprema, la exprimer ministro no solo habría sido cómplice de Pedro Castillo, sino que sería coautora del autogolpe televisado.

El complot y la conspiración quedaron registrados en un video en el que una obediente primera ministra, de saco a cuadros, acata al pie de la letra las órdenes de su entonces presidente, el golpista Castillo, que incluso le hace ojitos, previo a cometer un delito en televisión nacional.

Tras el fracaso del intento del quiebre constitucional, Betssy Chávez ordenó a su personal que desaparezca toda la documentación de las oficinas de la Presidencia del Consejo de Ministros: equipos, laptops y hasta carteras. 

Lo que no alcanzó a borrar es el famoso decreto ley, que oficializaba la disolución del Parlamento, y que fue encontrado en una de las impresoras de Palacio de Gobierno y que ContraCorriente obtuvo, en exclusiva, el 4 de junio pasado

Además, Chávez Chino intentó huir a la Embajada de México, pero, al enterarse de que el golpista exmandatario había sido detenido, ella ordenó a su chofer cambiar de ruta hacia su oficina del Congreso. Así lo confirma el testimonio de su propio edecán, que fue ratificado por el reporte de geolocalización del vehículo oficial asignado a la entonces premier.

Hay otro detalle a tomar en cuenta. Luego del fracaso del golpe de Estado, Pedro Castillo se comunicó telefónicamente con el entonces comandante general de la Policía, Raúl Alfaro, y le ordenó que brinde seguridad a la casa de sus padres y a las viviendas de su premier Betssy Chávez y Aníbal Torres.

Con ello se evidenció que estos últimos eran artífices del plan ilícito que se puso en marcha a través del mensaje a la nación.