Hombre muere misteriosamente en Embajada de EE.UU.: residencia diplomática se niega a entregar registros en video

El 15 de enero de 2021, una cámara de seguridad instalada en una tranquila calle de La Molina capturó sin saber los últimos minutos de vida de Renzo Heredia.

La cámara, testigo mudo y constante, registró la llegada de Renzo, manejando su camioneta con una lentitud que presagiaba el final de su viaje. Su vehículo giró con cuidado hacia la derecha. La puerta de la cochera se elevó gracias al control remoto que tenía Heredia, pues solía trabajar en ese inmueble.  

A las 13 horas, 9 minutos y 55 segundos, la puerta de la cochera se cerró, cortando la conexión de Renzo con el mundo exterior. En esos momentos finales, capturados fríamente por la tecnología, se esconde una misteriosa historia aún por descubrir. Un final abrupto que resonará para siempre en los corazones de su familia.

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A través de videos, registrados por la cámara de un vecino, se revelaron detalles cruciales. A las 2 de la madrugada del día siguiente, una camioneta blanca se detuvo frente a la residencia. Primero, el copiloto salió con una rapidez calculada, seguido poco después por el conductor. Juntos ingresaron a una casa, registrada como residencia diplomática de la Embajada de Estados Unidos en Lima, desapareciendo de la vista de la cámara.

Después de cuatro minutos, una persona sale de la residencia y se dirige a la misma. Retrocede la camioneta y camina frente a la residencia.

A las 2:41 a.m., una camioneta negra se estacionó detrás de otro vehículo ya presente en la residencia. Después de varios minutos llegan 3 autos más, uno de ellos es la camioneta de la empresa de seguridad G4S, que permanece siete minutos antes de abandonar la escena.

Después de más de media hora llega la Policía. Eran las 3:17, catorce horas después del ingreso de Renzo Heredia. La tardía llegada de la Policía plantea preguntas sobre las actividades que se desarrollaron esa madrugada en el inmueble de la embajada. 

Según la declaración de Ángel Espinoza Navarro, capataz de mantenimiento del área residencial de la Embajada de los Estados Unidos, fue Jimmy Cossio quien le avisa que habían encontrado sin vida a Renzo Heredia dentro de la piscina de la residencia. 

Jimmy Cossio fue citado por la Fiscalía para rendir declaración, sin embargo, según la información extraída del expediente del caso, su testimonio no fue registrado, ya que figura como ausente. Esta inexplicable ausencia levanta sospechas sobre su participación o conocimiento de los hechos investigados.

La Policía encuentra el cuerpo sin vida de Renzo Heredia, empleado en funciones de gasfitería y registrado en la nómina de la Embajada de los Estados Unidos, en una piscina de más de dos metros de profundidad, en una condición que ha sorprendido a los investigadores: con el torso desnudo, pero aún llevando pantalón y botas, su celular y billetera fueron encontrados en sus bolsillos.

Las condiciones en el que fue encontrado el cadáver de Renzo en un inmueble que goza de inmunidad diplomática ha desatado una serie de interrogantes sobre las verdaderas circunstancias de su muerte.

Según el informe pericial de necropsia médico legal, la causa de la muerte fue un edema cerebral y pulmonar, indicando ahogamiento. Sin embargo, para el Tercer Despacho de la Primera Fiscalía Corporativa Penal de Surco - Barranco estos hallazgos no han sido concluyentes. Por este motivo, la Fiscalía ha solicitado en repetidas ocasiones a la Embajada de Estados Unidos el acceso a las grabaciones de las cámaras de seguridad de la residencia con el objetivo de esclarecer los eventos que condujeron a la trágica muerte de Heredia.

Desde las afueras de la residencia diplomática se puede apreciar que, en cada esquina, hay cámaras de seguridad, las cuales podrían dar más luces de lo que realmente pasó con Renzo Heredia.

Pero, algo que ha extrañado a la familia de Renzo es la negativa de la delegación diplomática a entregar los registros en video de esas horas, lo que incrementa sus dudas sobre la supuesta razón oficial de su muerte: ahogamiento en una piscina.

Ángel Espinoza Navarro, jefe de Renzo Heredia, ha dado una declaración significativa en el caso. Espinoza Navarro confirmó que, en el día del incidente, Renzo no tenía asignada ninguna orden de trabajo que justificara su presencia en la residencia. Además, en su testimonio ante la Fiscalía, reveló un detalle crucial: la casa se encontraba vacía en ese momento, y no había personal de seguridad presente.

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Sus declaraciones plantean preguntas fundamentales sobre qué llevó a Renzo Heredia a la residencia ese día y por qué estaba allí sin una orden de trabajo oficial.

Las investigaciones llevadas a cabo por la Fiscalía en el caso de Renzo Heredia se encuentran actualmente en un punto muerto. A pesar de los esfuerzos realizados, hay cinco personas clave que aún no han prestado declaración, entre ellas dos ciudadanos estadounidenses. Tras dos años y medio de investigaciones complejas y desafiantes, la Fiscalía ha tomado una decisión significativa: declinar la competencia del caso por cuestiones de territorialidad.