Frente Policial Vraem y su constante lucha contra el narcotráfico

En las profundidades del Vraem, donde los uniformes se mimetizan con el verdor de la selva, un enfrentamiento armado con narcotraficantes puso a prueba a los guerreros hombres del Frente Policial Vraem.

La cocaína, nacida en esta recóndita parte de la selva, ha sembrado la miseria en el Vraem. Tras varios minutos de un encarnizado enfrentamiento, finalmente los policías lograron tomar el control de la poza de maceración de coca.

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El Frente Policial Vraem en Pichari es la base más grande que tiene la policía en la región Cusco, donde estos abnegados agentes se baten en una constante lucha contra el narcotráfico y su poder corruptor.

Las inmersiones en operativos para la erradicación de droga suelen llevarse a cabo en las primeras horas de la madrugada como un elemento sorpresa clave para asegurar su éxito. En una de esas madrugadas, los agentes lograron un decomiso significativo. 

Los bloques de cocaína incautados están grabados con el logo del caballo, revelando así su conexión con la mafia italiana. Los análisis posteriores confirmaron que esta droga era de una pureza excepcional.

'ContraCorriente' acompañó a un grupo de estos valerosos policías en su travesía desde Ayacucho hasta Pichari.

Los policías y militares transitan por una agreste selva, cuidando cada uno de sus movimientos. Para ellos la amenaza es constante. Armados, no solo en defensa propia, sino como un mandato de precaución, se enfrentan a narcoterroristas que planean emboscarlos. Varios ataques en el pasado reciente demuestran el alto grado de peligro de su misión. La reciente tragedia en Putis, donde cuatro militares fueron asesinados, y el doloroso recuerdo de siete agentes caídos en una emboscada, son solo dos ejemplos. 

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El clima de guerra constante hace que estos valientes policías cumplan estrictamente sus protocolos de seguridad. No pueden permitirse que más hombres caigan en manos del narcoterrorismo.

El trabajo del frente policial ha marcado diferencias en varios aspectos. No se limita únicamente a la destrucción de pozas de maceración de cocaína y al decomiso de esta sustancia, sino que también ha logrado la desarticulación de redes internacionales implicadas en el tráfico ilícito de drogas.